El Valle del Darro está a punto de ser declarado nuevo Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. Este valle es un corredor verde que la complicada geografía granadina ha dibujado para separar la Alhambra del barrio del Albaicín. Un pasillo natural que une dos complejos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Diferentes movimientos sociales, plataformas ciudadanas e instituciones públicas llevaban tiempo reclamando su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC). Querían protegerlo de los peligros de las excavadoras y la urbanización. Desde Cicerone, queremos felicitar a todos los que han trabajado tanto tiempo para hacerlo posible.
El Patronato de la Alhambra, uno de los principales impulsores para proteger este nuevo BIC, comenzó a trabajar en este proyecto en 2010, bajo instrucciones de su anterior directora, Mª del Mar Villafranca. Tras organizar las jornadas Valparaiso, río de Oro, para abordar la relevancia del valle en complemento perfecto, el recinto nazarí se convirtió en el gran aliado del proyecto.
En 2013 editó un libro, Hacia un paisaje cultural: la Alhambra y el Valle del Darro, que elevaba a la categoría de «paisaje cultural» el área objetivo de catalogación. Este libro ha sido vital para ser nombrado BIC, porque, para escribirlo, se han hecho los estudios técnicos necesarios para identificar y justificar los valores patrimoniales del terreno. Las sinergias establecidas entre Cultura y la Alhambra han cristalizado en esta propuesta que abarca más de 260 elementos patrimoniales de todas las tipologías.
Valle del Darro, libre de proyectos urbanísticos
La Dirección General de Bienes Culturales y Museos dio el penúltimo paso para inscribir este singular paraje en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Zona Patrimonial. 
Los 23 km cuadrados englobados en este expediente de protección quedan para siempre libres de proyectos urbanísticos controvertidos, como el polémico cierre de la circunvalación o el famoso ascensor a la Alhambra.
El Valle del Darro es un BIC peculiar por la diversidad de bienes que integra, que individualmente no tendrían el valor que se les otorga, pero en conjunto e integrados en el territorio, adquieren una importancia significativa en el patrimonio histórico granadino.
«De la ocupación del valle existen evidencias desde época romana hasta nuestros días diseminadas por el territorio y agrupadas también en el ámbito urbano de Granada«. Entre los yacimientos romanos se han identificado «una villa y otras estructuras de envergadura junto al Cortijo de Cortes, cerca de la confluencia con el arroyo de Beas«.
En el Valle del Darro también se encuentran numerosos vestigios de la Edad Media: diferentes alquerías medievales, construcciones defensivas y, por supuesto, la ciudadela amurallada de la Alhambra. Entre todas, configuran «un territorio que se articula en torno al sistema hidráulico y su cohorte de elementos asociados y la histórica red viaria«.
Ya de época cristiana granadina, abundan construcciones religiosas y residenciales, tanto en la ciudad como en zonas 
rústicas del valle, destacando la Hacienda jesuítica de Jesús del Valle o la Abadía barroca del Sacromonte, que junto a iglesias mudéjares, palacios urbanos, cortijos y cármenes conforman un conjunto patrimonial de primer orden, «todo ello enmarcado en un sobresaliente espacio natural rico y diferenciado que caracterizan los distintos tramos del río».
Deseamos felicitar a todos los que han trabajado en este proyecto de protección de este entorno único y tan valioso para Granada y nos unimos a su gran alegría.
Fuentes y fotos: Asociación Bajo Albayzín, Radio Granada, Granada Hoy
