¿Podría un niño ser el mejor guía de museo? Pues si, tu hijo puede ser el mejor guía que lleves a un museo, su curiosidad siempre les hará preguntar por todo lo que se les ocurre. Además verá todo desde su propio punto de vista, el punto de vista de un niño, que un adulto no siempre se plantea. A veces la vergüenza o simplicidad de una pregunta es un factor que afecta a los adultos a la hora de preguntar a cerca del arte, museos o monumentos. Pero tu hijo no tendrá ese tipo de ataduras, los niños dejan volar su imaginación y cuestionan el mundo a su alrededor.
Para sacar partido a estos buenos guías de museo, siempre puedes visitar las obras absurdas o extravagantes. Puede ser muy reconfortante escuchar los comentarios de tu hijo acerca de las obras abstractas. Y sobre todo, pregúntales, haz preguntas que sean difíciles y encontrarás una perspectiva nueva.
Los niños pueden ser un constituyente divertido para nuestras visitas, harán que lo habitual deje de serlo desafiando la simplicidad y los límites del arte.
¡Es hora de visitar un museo como si fueras un niño! ¿Te apuntas a darle otro punto de vista y una oportunidad a al mejor guía de museo de la casa?
Fuente: Como visitar un museo de arte – Johan Idema