Uno de los lugares más bonitos del mundo por los que pasear y dejar que el tiempo vuele es el Paseo de las Torres en la Alhambra… Esos jardines sobre las ruinas de antiguos palacios, las vistas sobre el Generalife, el aroma de hierbas y flores mezclados con el viento…
Es una delicia recorrer sus preciosos caminos, que transcurren junto a unos enigmáticos torreones, con diminutas ventanas que dejan volar la imaginación del visitante. Sus grandes muros parecen ocultar grandes misterios, que pocas personas tienen el placer de conocer desde dentro.
Una vez al año, las puertas de alguna de esas torres se abren a los visitantes para que puedan disfrutar de su interior durante un mes. En este mes de mayo, quienes recorran la Alhambra tendrán la suerte de conocer la Torre de la Cautiva. En ese Paseo de las Torres, el espacio de la muralla que une los jardines del Partal con la almunia del Generalife, la Torre data de finales del siglo XIII, pero fue renovada y adecuada a la vivienda por Yusuf I durante la primera mitad del siglo XIV.
La deslumbrante Torre de la Cautiva
Las leyendas que rodean esta torre y la riqueza de la decoración de su interior, seguramente convertirán este excepcional palacete en uno de tus rincones favoritos de la Alhambra los que solemos recorrer en nuestras visitas guiadas por la Alhambra.
Durante muchos años la llamaron Torre de la Ladrona o de la Sultana. Finalmente se la conoce como de la cautiva, pero en todas sus denominaciones reside la creencia de que en ella vivió Doña Isabel de Solís, cautiva cristiana del rey Muley Hacén, que se convirtió al Islam con el nombre de Zoraya, para casarse con él.
Era un baluarte defensivo, parte importante de la muralla que protegía la ciudadela palaciega. Sin embargo, la decoración de su vivienda interior es de gran belleza, la convierten en un extraordinario ejemplo de Qalahurra.
La distribución interior de la vivienda es la misma que la de las demás viviendas nazaríes de la ciudad de la Alhambra. La decoración de sus pareces en una de las más elaboradas de toda la Alhambra, junto a las del Salón de Comares.
La Torre de la Cautiva
Un poema inscrito en la sala, que comienza en el ángulo izquierdo de la misma, nos da la clave para entenderla:
«Esta obra ha venido a engalanar la Alhambra;
es morada para los pacíficos y los guerreros;
Calahorra que contiene un palacio
¡Dí que es una fortaleza y a la vez mansión para la alegría!
Es un palacio en el cual el esplendor está repartido
entre su techo, su suelo y sus cuatro paredes;
en el estuco y en los azulejos hay maravillas,
pero las labradas maderas de sus techos son aún más extraordinarias….».