Sí, la Semana Santa andaluza no deja indiferente a nadie, pero la nuestra resulta simplemente apabullante. Y no solo por sus procesiones, que también, sino por el paisaje sublime que la rodea y por el sabor que sabemos impregnarle. ¿Quieres que te digamos los mejores planes para la Semana Santa en Granada?
Quédate, porque lo que viene te va a ahorrar tiempo y va a hacer que tu estancia sea deliciosa.
Índice de contenidos
3 Procesiones que no te puedes perder en Granada
Es inevitable empezar por aquí. Las procesiones son una tradición que marca la Semana Santa. Además, lleva a los granadinos a las calles. Casi todos, por no decir todos, hemos crecido con un amor especial a una cofradía en especial.
Sin embargo, disfrutamos cada una de ellas con una intensidad muy difícil de explicar. Cuando comienzan a pasar los penitentes y mantillas, antecedidos de las bandas de cornetas y trompetas, bajo el aroma de las velas y el incienso, el corazón comienza a latir de manera distinta.
No obstante, hay ciertas procesiones en Granada que son imprescindibles.
Sígueme y te cuento.
El Cristo de los gitanos.
Su nombre real es Cofradía del Santísimo del Consuelo y María Santísima del Sacromonte, pero aquí, simplemente decimos (“Los gitanos»). El Cristo de los gitanos de Granada data del siglo XVII, mientras que la de Virgen del Sacromonte es del Siglo XIX.
Sale el Miércoles Santo desde la Iglesia Mayor Parroquial de los Santos Mártires Justo y Pastor en el Centro de Granada y se encierra nada más y nada menos que en la Abadía del Sacromonte. Es aquí donde suelen estar las tallas el resto del año.
Desde el centro, procesiona hasta llegar a su destino. Durante el camino, los mejores saeteros dedican todo su arte al cristo y a la virgen. Entre los instantes que todo el mundo debería disfrutar alguna vez en su vida están, sin duda, las estaciones en el Sacromonte y el encierro.
Aunque la llegada al templo es en torno a las tres de la madrugada, los cantes de los fieles y las hogueras que dan luz al momento te ponen la piel de gallina.
Si lo incluyes en tus planes de Semana Santa en Granada, te aseguro que no lo olvidarás jamás.
EL Silencio.
Si en la anterior, el cante, la música y los fuegos son los protagonistas, con el Crucificado de mitad del siglo XX, ocurre todo lo contrario. Un modesto tambor acompaña al paso, con la ciudad completamente a oscuras.
La atmósfera que se crea penetra en penitentes, fieles y espectadores como un lazo tan sólido como entrañable.
Sale la madrugada del Jueves Santo para el Viernes Santo, desde la Iglesia Parroquial de San José. Su nombre completo es Hermandad Sacramental del Señor San José y Animas y Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia.
Sin duda, el mejor sitio para verlo es el Paseo de los Tristes, bajo la falda de la Alhambra.
Santa María de la Alhambra.
Te pongo en situación: Iglesia de Santa María de la Alhambra, pasa por lugares tan mágicos como la estrecha Puerta del Vino, la Puerta de la Justicia, el Paseo Central del Bosque de la Alhambra o la Cuesta de Gomérez.
Poco más que decir, ¿no? Bueno, sí, la talla es del siglo XVIII.
Su nombre completo es Muy Antigua Hermandad Sacramental de la Santísima Trinidad y Nombre de Jesús y Real Ilustre Cofradía de Penitencia de Nuestra Señora de las Angustias de Santa María de la Alhambra.
Aquí puedes ver la programación completa de la Semana Santa en Granada.
Completa tus planes para Semana Santa con nuestros platos típicos
Como suele suceder, hay variantes de estos platos. No obstante, los protagonistas absolutos de la Semana Santa granadina son el bacalao y las rosquillas, bueno, aquí las llamamos “roscos”.
Bacalao.
Hay varias recetas estrella con el bacalao, pero te recomiendo que pruebes:
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- Bacalao con tomate.
- Bacalao frito.
- Potaje de Bacalao o con garbanzos y espinacas o el Potaje de Semana Santa, del que te hablamos justo ahora mismo.
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Potaje de Semana Santa.
Se come también en la etapa de cuaresma, especialmente los viernes de vigilia. La base, como decíamos, es bacalao, garbanzos y espinacas. Incorpora un sofrito de verduras con un fumet de pescado. Se le añade un poco de clavo, que le da un dulzor sutil muy particular.
Roscos fritos o rosquillas.
Si te gusta el dulce, te parecerán irresistibles. La receta esencial es muy simple: harina, leche, azúcar blanco, aceite, levadura y piel de limón. Pero en cada casa, en cada familia, hay un toque secreto que pasa de generación en generación.
Todo un ritual acompañado de risas y confidencias que paladeas al primer bocado.
Pestiños
Como pasa con los roscos, cada casa tiene su marca distintiva, pero lo esencial es: harina, aceite, matalahúva, cáscara de limón, canela y azúcar blanco para el almíbar.
Exquisitos. (Confidencia: en algunas casas preferimos que tanto los roscos como los pestiños se queden un poco crudos por dentro).
Mira nuestra recomendación de bares y restaurantes para disfrutar de la gastronomía granadina.
Qué visitar en Granada en Semana Santa
Si quieres que tu escapada de Semana Santa sea un completo 10, tienes que recorrer Granada y conocerla de verdad, para vivirla de verdad. Con su historia y su patrimonio.
Catedral de Granada.
Fue considerada maravilla del mundo. Es una muestra extraordinaria de la Renacimiento. Domina un juego de luces y altura que te atrapa desde que pones un pie en ella.
La riqueza de sus vidrieras, las columnas, los cuadros, la exquisitez de la escultura… se han valorado de tal manera, que han dado lugar a una escuela artística. La Escuela de Granada.
Eso sí, para descifrar los símbolos que oculta y su riqueza real, lo ideal es visitarla con tu propio cicerone.
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Albaicín y Sacromonte.
Dos barrios, dos espíritus, pero una misma alma: la convivencia entre culturas.
Si el Albaicín era el barrio nazarí por excelencia, durante la castellanización se produjo una integración insólita para la época.Evidentemente, algunos edificios musulmanes fueron sustituidos por otros cristianos.
Sin embargo, la huella y la esencia de la cultura nazarí se mantiene en muchas construcciones. Además, se percibe su aroma a té y a jazmín que te acompañan por el Albaicín.
Por su parte, en el Sacromonte, la fusión entre diferentes es incuestionable. La mejor muestra, el flamenco: una mezcla de música árabe, judía, cristiana y gitana.
Las cuevas casas donde aún vive gente te dejan sin habla, pero te sorprenden mucho más cuando conoces su historia.
¿Sabías que hubo una inundación que se llevó parte del antiguo Sacromonte? ¿Qué la población gitana entró en Granada con la llegada de los Reyes Católicos?
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La Alhambra.
Bueno, hablar de por qué visitar la Alhambra es tan fácil como complicado. Tiene tanto que ver, tanto que enseñarnos, te hace vivir tantos momentos históricos distintos… Y no de cualquier forma.
La belleza de cada centímetro de la Alhambra te lleva a sentirte como la sultana Aixa, un invitado a las recepciones de los sultanes, un ingeniero, un soldado o un agricultor. Puedes ser todo eso en un día en un entorno precioso y sereno al mismo tiempo.
Ahora, eso sí, hay tantas Alhambras como personas.
Quédate con la tuya en tu visita guiada a la Alhambra con tu cicerone.
Te esperamos en Granada y, recuerda, si tienes alguna duda, estamos aquí para ti.