Hoy queremos compartir una de las leyendas más atractivas de la Alhambra. Se trata de La Leyenda de la rosa de la Alhambra, uno de los cuentos que podemos encontrarnos en Los cuentos de la Alhambra de Washington Irving.
El escenario de esta leyenda es la Torre de las infantas. La Alhambra del s. XVIII tiene jardines algo descuidados y edificios abandonados. Esta torre había estado deshabitada, por las supersticiones de los habitantes de la fortaleza, ya que se rumoreaba que en otros tiempos, la princesa Zorahayda había exhalado sus últimos suspiros en dicha torre.
Leyendas de la Alhambra
La Leyenda de la rosa de la Alhambra nos transporta a la época de Felipe IV, cuando la corte se trasladó a Granada durante un tiempo. Uno de los pajes que acompañaban a los Reyes, Ruiz de Alarcón, era el favorito de la reina Isabel, destacable por su atractivo. Paseaba distraído a uno de los halcones de la corte por los jardines del Alhambra y Generalife con sus diferentes jardines llenos de flora y fauna, cuando en un intento de caza se escapó y fue a posarse en los muros de la Torre de las Infantas. Ruiz de Alarcón intentó por todos los medios subir a uno de los altos muros en los que estaba su halcón, pero no era tarea fácil. Así que decide investigar los alrededores de la torre y buscar una forma para entrar. Sorprendentemente descubre que la torre está habitada por una joven dama, Jacinta. El paje, sorprendido por la belleza y juventud de la dama le pide que lo deje entrar para recuperar el halcón de la reina, y finalmente la convence para que la deje entrar para recuperar el halcón.
Sin ir más lejos el pícaro personaje no dudó en intentar cortejar a la joven dama. Entre tanto la tía de la joven dama llegó de vuelta a la torre y ésta urgió a Ruiz de Alarcón para que se fuera. Aprovechó la situación para pedirle a la joven la rosa que llevaba en sus trenzas y a darle un beso a la mano que ofrecía la rosa antes de marchar. Ese día cambió a Jacinta, que se había enamorado del paje. Pero para su pesar pronto los reyes abandonaron el palacio.
Jacinta lloró junto a la fuente encantada de la torre, de la que apareció el espectro de la princesa Zorahayda, para aconsejarle sobre el amor y las oportunidades perdidas. Gracias a un laúd de plata que le regaló, Jacinta se hizo famosa por su virtuosismo y sus habilidades llegaron a oídos de la Corte.
Si queréis saber más sobre si la joven Jacinta llegó a reunirse con su enamorado, no dejéis de leer Cuentos de la Alhambra, de Wahington Irving. ¡No os defraudará!
Esperamos que os haya gustado La Leyenda de la Rosa de la Alhambra. Y si queréis conocer el lugar donde comenzaron ésta y otras historias, os esperamos en nuestras visitas guiadas a la Alhambra para acompañaros en el mágico mundo de la Fortaleza Roja.