El turismo cultural puede resultar agotador. Tienes que caminar durante mucho tiempo, y eso el cuerpo lo nota, sobre todo las piernas. De hecho, algunas personas padecen el síndrome de piernas cansadas en este tipo de escapadas. Sin embargo, hay trucos para pasear y ver monumentos sin esta molestia.
No pienses que las piernas cansadas es solo cosa de personas mayores o de quienes están en baja forma. Puede afectar a personas de todas las edades si no toman las precauciones necesarias, ya que el problema surge con la lentitud del movimiento y no por la intensidad de la actividad ¿quieres saber más?
Índice de contenidos
Tips para evitar las piernas cansadas cuando haces turismo cultural
Hidratación
Beber agua es fundamental cuando haces turismo cultural. El agua es el alimento principal de los músculos y el cuerpo. Por tanto, cuando no recibe la cantidad suficiente, nuestra musculatura se resiente y se debilita.
Hidratarse siempre es importante, pero si viajas en verano, es imprescindible que lo hagas, porque seguramente perderás agua y sales minerales con el sudor.
Utiliza un calzado cómodo
Cuando hacemos una escapada o nos vamos de vacaciones, nos gusta mirarnos al espejo y sentirnos satisfechos con nuestro aspecto. Esto lleva a mucha gente a ponerse unos zapatos poco adecuados para hacer excursiones por el casco histórico de una ciudad. Los sitios históricos suelen tener el suelo empedrado (Suelo empedrado Granadino), calles estrechas y cuestas más o menos empinadas. En consecuencia, si a dicho esfuerzo le sumas los centímetros de los tacones o la presión de un calzado muy ajustado, la probabilidad de que sientas molestias aumenta.
En este sentido, también es bueno que uses ropa cómoda, con tejidos flexibles y lo más naturales posible. Te moverás con mayor soltura, mantendrás la temperatura corporal adecuada y la sangre circulará mejor.
Evita las comidas pesadas
Probar la gastronomía local es una parte más de nuestras vacaciones. Generalmente, la cocina popular suele estar compuesta por platos muy contundentes. Dicha contundencia ralentiza la digestión e incorpora elementos que perjudican la circulación sanguínea. Por tanto, lo ideal es comer más verdura y ensaladas durante estos días e, incluso, llevarte algo de fruta en la mochila o en el bolso. Te recomendamos un plátano porque contiene el potasio y el azúcar natural que necesitan tus músculos. Además, es una opción muy cómoda, porque mancha poco y es muy difícil que se dañe con lo que llevamos en el bolso.
Termina el día con un masaje y agua fría
Lo mejor es ducharte con agua fría, pero si no puedes, te recomendamos que te masajees las piernas, mientras cae agua fría a chorro sobre ellas. Activarás la circulación sanguínea y notarás cómo se rebaja la sensación de pesadez poco a poco.
Además, después del masaje puedes poner las piernas en alto, para aumentar los beneficios del mismo.
Duerme un mínimo de 8 horas para evitar las piernas cansadas
Si vienes a una ciudad como Granada, probablemente caigas en la tentación de querer verlo todo en un día. En CICERONE, creemos que es mejor hacerlo poco a poco. Ir a toda prisa no te permite saborear y entender la importancia de los monumentos de nuestra hermosa ciudad. Ten en cuenta que, en muchas ocasiones, hasta el suelo que pises y su empedrado puede considerarse un monumento.
Teniendo en cuenta esto, cuando hagas turismo cultural, te aconsejamos que descanses las noches previas a tus visitas. El objetivo es conseguir un sueño reparador que te permita estar en plena forma.
Contrata un guía privado o un grupo reducido Premium
Decíamos al principio que las piernas cansadas aparecen por caminar lentamente, mientras estás haciendo la visita. Por tanto, lo mejor es caminar a un ritmo regular. Como decía Gertrude Stein «en un museo, camina despacio, pero de manera constante».
Para ello, lo ideal es controlar al máximo el recorrido. Esto no sucede cuando estás en medio de una multitud. En ese caso, es el guía quien controla. El resto lo persigue, mientras intenta oír algo entre conversación y conversación de sus compañeros de viaje. Justo lo contrario de lo que ocurre si contáis con vuestro propio guía o si os unís a un grupo reducido premium. En este tipo de tour, podéis interactuar con ellos, decirle qué os interesa y qué no… Lo que significa que sois vosotros quienes estáis al mando, indispensable para evitar las piernas cansadas.
Además, también podréis hacer paradas, siempre que lo necesitéis. En CICERONE, los guías suelen preguntar en varias ocasiones si queréis descansar. No obstante, en el mismo momento en el que lo precises, solo tienes que decírnoslo y buscaremos un espacio en el que puedas reposar e, incluso, disfrutar de unas vistas preciosas mientras lo haces.
Descubrir el patrimonio cultural e histórico de una ciudad es una delicia, sobre todo cuando tomas las medidas necesarias para estar bien físicamente durante tus paseos. Para ello, basta con cuidar tus músculos, descansar bien y optar por tours guiados que se adapten a ti y a tus necesidades.