Como cada año, el 3 de mayo se celebra el Día de la Cruz en Granada. La ciudad se viste de volantes y flores para celebrar su Día de la Cruz. Bailes, flamenco, habas con salaillas y a disfrutar de cruces llenas de naturaleza y de vida, engalanadas con claveles o rosas, mantillas y adornos de cobre. En patios y plazas, se respira alegría y tradición, pero ¿de dónde viene esa costumbre de las Cruces de Mayo?
Todas las culturas, desde la antigüedad, han celebrado la llegada de la Primavera con rituales de consagración a los dioses de la Naturaleza.
Para las sociedades agrícolas contar con el favor de estas divinidades tenía una importancia trascendental, ya que de las cosechas dependía gran parte de la subsistencia. Coincidiendo en estas fechas, en la tradición cristiana se celebra el 3 de mayo la Invención de la Santa Cruz.
En España aparece en todos los calendarios y fuentes litúrgicas mozárabes, poniéndola en relación con la leyenda del hallazgo por Santa Elena de la auténtica Cruz de Cristo:
En el sexto año de su reinado, el emperador Constantino se enfrenta contra los bárbaros a orillas del Danubio. Se considera imposible la victoria a causa de la magnitud del ejército enemigo. Una noche Constantino tiene una visión: en el cielo se apareció brillante la Cruz de Cristo y encima de ella unas palabras, In hoc signo vincis («Con esta señal vencerás»). El emperador hizo construir una Cruz y la puso al frente de su ejército, que entonces venció sin dificultad a la multitud enemiga. De vuelta a la ciudad, averiguado el significado de la Cruz, Constantino se hizo bautizar en la religión cristiana y mandó edificar iglesias. Enseguida envió a su madre, santa Elena, a Jerusalén en busca de la verdadera Cruz de Cristo. Una vez en la ciudad sagrada, Elena mandó llamar a los más sabios sacerdotes consiguió la confesión del lugar donde se encontraba la Cruz a Judas (luego San Judas, obispo de Jerusalén). En el monte donde la tradición situaba la muerte de Cristo, encontraron tres cruces ocultas. Para descubrir cuál de ellas era la verdadera las colocaron una a una sobre un joven muerto, el cual resucitó al serle impuesta la tercera, la de Cristo. Santa Elena murió rogando a todos los que creen en Cristo que celebraran la conmemoración del día en que fue encontrada la Cruz, el tres de mayo
En Granada, esta tradición tuvo un gran arraigo, y se vivió con gran intensidad desde la conquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos.
Siguiendo la tradición intimista de los carmenes árabes, las cruces de Mayo se celebraban en un principio en los patios interiores de las viviendas.
Allí se edificaban altares en los que se levantaban cruces adornadas con guirnaldas de flores, junto a las que se exponían objetos que otorgaban distinción y prestigio. La intención era honrar a la cruz con las mayores riquezas.
Tradiciones de las Cruces de Mayo
Piezas de cerámica, de cobre, mantones de Manila y todo aquello que implicara abundancia, era seleccionado para ser exhibido en esas ocasiones. Plantas, frutas, cereales y en definitiva todo lo relacionado con la vegetación típica de esa estación del año, también tenía en ella su espacio. En torno a la cruz se reunían amigos y familiares, organizando recitales de baile y coplillas, en las que todas tenían como motivo la exaltación de la Cruz y la Primavera.
En los barrios, las clases menos pudientes organizaban cruces colectivas en plazas y corralas, en las que los vecinos prestaban sus mejores ajuares para que sirvieran de adorno en los altares. Existía gran competición y rivalidad entre ellos, llegando en muchas ocasiones a enfrentamientos de tal violencia, que las autoridades tenían que llegar a intervenir.
Algo que no puede faltar en ninguna cruz es un pero matao, una manzana pinchada con unas tijeras. «Esta cruz es mú bonica, pero…» Pues no hay peros que valgan, porque con el pero está matao… Así se cortan las críticas o las opiniones malintencionadas sobre la estética del altar.
También tiene que haber un brasero de cobre, un plato de loza, o cualquier recipiente en el que los que acuden a visitar la cruz puedan dar unas monedas (chavicos) si la cruz les ha parecido suficientemente trabajada.
Se trata de una limosna que los vecinos que montan la cruz deben repartir entre los más necesitados.
Una de las tradiciones que cada vez se ve menos por las calles de Granada es la versión infantil de las cruces. Los más pequeños fabricaban sus propias cruces portátiles que paseaban, pidiendo «un chavico pa’la Santa Cruz» recogiendo monedas.
Aquí se puede saber dónde están las Cruces cada año, así como la programación y otras tradiciones.
Para tener un recuerdo imborrable de las cruces, lo mejor es complementarla con una visita guiada por Granada que te haga sentir la cultura Granada hasta en el tuétano.
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Fuentes de Información y Fotos: Ideal, Granada Digital, Webgranada y Culturandalucía.